La minería se despide del Guadiato después de siglo y medio de actividad

Mineros de peñarroya los minero de la cuenca del guadiato

«Bajé a la mina con 18 años y sin experiencia»

CÓRDOBA / JOSÉ ANTONIO CRESPO

 Bajé con 18 años ala mina y sin experiencia

Comenzó a trabajar en el año 1984, en la mina subterránea del Pozo María, por un acuerdo firmado a través del que por cada jubilado entraba un nuevo trabajador. Él fue de los primeros en entrar a trabajar ya que, desgraciadamente, su padre quedó tetrapléjico y «la empresa me ofreció entrar a trabajar con sólo 18 años». Su primer destino fue en la mina subterránea, en la que un joven inexperto era objeto de bromas por parte de los veteranos.

Poco después tuvo la posibilidad de salir al exterior, en la Corta Cervantes, para conducir camiones, algo que no dudó en aceptar para eludir el duro trabajo en el interior. Ahora afirma que, de saberlo, hubiera continuado en ese puesto, ya que a los trabajadores subterráneos se les requiere menos tiempo de servicio para prejubilarse, algo que habría conseguido hace ya seis años.

José Antonio pasó después al departamento de servicios generales, aunque volvió a la maquinaria pesada al ser trasladado en el año 2002 a la Corta Ballesta en Espie.

Allí también desempeñó labores en la planta de tratamiento, hasta el momento «en el que la empresa dejó de extraer carbón para enviarlo a la central térmica de Puente Nuevo», señala. Fue entonces cuando desempeñó las labores correspondientes al repliegue.

Añade con añoranza que le quedan dos semanas de trabajo en la zona y que a comienzos de año deberá trasladarse a la planta que Endesa tiene en Puertollano.

Crespo indica que en los últimos meses «me he sentido solo pensando que soy el último, al ver que algunos de mis compañeros se prejubilaban y otros se trasladaban» a la localidad manchega.

Este minero se marcha ahora de la comarca del Alto Guadiato «con una sensación agridulce, porque tengo un puesto de trabajo asegurado pero tendré que separarme de mi familia».

FIA-UGT REIVINDICA LOS FONDOS MINER

Se prejubilan los últimos 22 mineros que quedaban en el Valle del Guadiato

EUROPA PRESS 01/12/2012

Los últimos 22 mineros que quedaban en el Valle del Guadiato, en la provincia de Córdoba, ya se han prejubilado todos en los últimos días, por lo que "actualmente ya no hay mineros en la zona"; la empresa que gestionaba, Encasur Peñarroya, "ha finiquitado", y pese a que un trabajador permanece, será trasladado el 2 de enero a la mina de Puertollano (Ciudad Real).

   Así lo ha manifestado a Europa Press el responsable de FIA-UGT en el sector de la minería en Córdoba, Antonio Risco, quien ha precisado que la empresa cerrará el 31 de diciembre y tras ello"solo quedará una subcontrata para terminar la restauración de zonas" en el Guadiato.

   En concreto, la subcontrata se encargará de "echar tierra vegetal por encima de la tierra negra, producida por los montones que se han ido haciendo para sacar el carbón", y el objetivo es "que sea productivo" el nuevo terreno.

   En relación con las condiciones de las prejubilaciones de los mineros, el sindicalista explica que perciben "en torno al 94 por ciento del salario bruto con un máximo de doce mensualidades durante 13 años" y se requieren unos 52 años de edad bonificada.

   De este modo, los últimos 22 mineros que restaban por prejubilarse en la comarca cordobesa se unen a los otros 33 prejubilados en diciembre de 2011, tras aprobar el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio en octubre de dicho año la modificación del Real Decreto 808/2006 del 30 de junio.

   Según detalla, "antes el Real Decreto era para ayudas a las prejubilaciones vinculadas a planes de racionalización y reestructuración, y al cambiar la normativa por la que las empresas mineras tienen que cerrar a partir del año 2018, el Real Decreto tenía que cambiar para incorporar ayudas por costes excepcionales vinculadas al cierre de unidades de producción".

FONDOS MINER PARA LA COMARCA

   Por otra parte, Antonio Risco ha lamentado que los proyectos del Plan Miner para la comarca"están eliminados", porque, a su juicio, "la política del Gobierno es nada más que recortar en los fondos mineros, afectando así a las cuencas", al tiempo que lamenta que "el Ministerio no quiera saber nada en las comisiones de seguimiento".

   Entre las infraestructuras que han quedado paralizadas, al no contar con financiación, se encuentran los polígonos industriales Antolín II, III y IV de Peñarroya-Pueblonuevo, así como el polígono industrial San Antonio y el laboratorio de materiales de construcción, ambos en Belmez.

   También se han visto afectados el polígono industrial Vega del Blanquillo y la electrificación de las aldeas, en Fuente Obejuna; un complejo turístico en Villanueva del Rey y la IV fase del polígono industrial Caño en Espiel.

   Cabe destacar que en la provincia cordobesa las últimas explotaciones mineras en funcionamiento se encontraban en Fuente Obejuna y Espiel, además de instalaciones de Belmez y Peñarroya-Pueblonuevo, en el Valle del Guadiato. Según argumenta Risco, la pretensión es que todas las minas españolas estén cerradas en 2018, aunque confía en que la Unión Europea (UE) "se comprometa a revisar la normativa".

EÑARROYA-PUEBLONUEVO
EL ADIÓS DE ENCASUR A LA COMARCA DEL GUADIATO.
Publicado el 16 de Diciembre de 2012, Domingo

José Alonso Ballester

Peñarroya-Pueblonuevo - Sociedad -

Tras más de 50 años en nuestra tierra de esta empresa minera, y siglo y medio después de comenzar la actividad del carbón en el Guadiato, las minas se cierran definitivamente

 

 

Cuando el próximo 31 de diciembre, a las 12 de la noche, estemos tomando las tradicionales uvas y recibiendo al nuevo año 2013 tendremos que pensar por un momento en algo que se marcha definitivamente de la que durante más de 150 años ha sido nuestra tierra minera, en ese instante diremos adiós para siempre al espíritu minero que en todo ese tiempo ha recorrido la comarca del Guadiato. El negro carbón dejará paso al negro porvenir, con el que las distintas administraciones políticas nos han marcado al proceder a ese cierre definitivo de lo que durante muchos decenios fue el pan y el sustento de nuestros antepasados, lo era de nuestro presente y nos lo roban para nuestro futuro. Quiero dedicar este reportaje a todos esos hombres y mujeres que tanto trabajaron y lucharon consiguiendo con esta actividad minera convertir a nuestra comarca en referente de toda la provincia de Córdoba, desde el punto de vista  económico pero también a nivel social, cultural, de lucha obrera y por supuesto laboral, ya que aunque actualmente apenas haya mineros en activo hubo un tiempo donde el número de trabajadores en esa empresa minera alcanzó los 1.300. Muy especialmente quiero dirigir mi recuerdo y mis pensamientos a todos esos mineros que un día bajaron hasta las entrañas de la tierra, intentando arrancar el negro mineral para alimentar a sus familias y que desgraciadamente se dejaron la vida y la profesionalidad en un desgraciado accidente, quedando sus familias huérfanas y sin ese ser querido. El primer paso para ese cierre definitivo de todo el entramado minero en el Guadiato ya se ha dado, con la prejubilación de los últimos 21 trabajadores que quedaban en nuestra comarca y 1 que queda en activo, que será trasladado a Puertollano, adonde se marcha ahora la actividad de la empresa Encasur-Endesa que ha sido la responsable de gestionar estas explotaciones mineras hasta el mismo día de su adiós definitivo, desde aquel año 1.962 que fue cuando la empresa Encasur-INI se hizo cargo de las mismas. De momento, la única actividad que se seguirá desarrollando a partir del 1 de enero de 2013 será meramente administrativa, para proceder al cese paulatino de la actividad en la “Corta Cervantes”, dentro del término municipal de Fuente Obejuna y en “La Ballesta”, situada en el término de Espiel, además de actuaciones en vigilancia y mantenimiento.

 

En  el año 1.777 un abastecedor de carnes del presidio y de las minas de Almadén llamado José Simón de Lillo, cuando al parecer se dirigía a Belmez para comprar corderos, pasó por el arroyo de la “Hontanilla” y reconoció en unas tierras negras el nuevo combustible mineral llamado carbón. “Pueblonuevo del Terrible” surge en el Siglo XIX gracias a las explotaciones mineras, logrando por este motivo emanciparse del municipio de Belmez adonde pertenecía en calidad de aldea dos años antes que Peñarroya, municipio con el que posteriormente se fusionaría en 1.927. Cuenta nuestra historia que el nombre de “Pueblonuevo del Terrible” se debe a la existencia de un perro llamado "Terrible", que vivía en el "Pueblo Nuevo" y del que se dice que fue él quien descubrió el carbón en tierras próximas a esta localidad peñarriblense. La importancia de esos yacimientos mineros propicia que comiencen a fundarse nuevas compañías mineras, básicamente venidas desde Francia y provoca la construcción del primer Cerco Industrial que se levanta frente a “Pueblonuevo del Terrible” en el año 1.875 gracias a la Compañía “Hullera Belmezana”, la creación de la Línea Férrea entre Belmez y el Castillo de Almorchón (Pedanía del municipio de Cabeza del Buey en la provincia de Badajoz) y la terminación del Ferrocarril entre Belmez y Córdoba. Posteriormente, en 1.881 nace la SMMP (Société Miniére et Métallurgique de Peñarroya), empresa que no perseguía precisamente una actividad minera ya que se dedicaba a trabajar el plomo, a pesar de ello esta multinacional francesa acaparó en exclusiva todo lo que tuvo que ver con el carbón, hasta el año 1.962 donde se hace cargo de las explotaciones la Empresa de Encasur. En estas fechas acuden hasta la nueva zona multitud de inmigrantes que, sumados a los franceses ya establecidos aquí, a los portugueses y a los italianos, producen un movimiento obrero bastante fuerte. En la primera década del Siglo XX la Cuenca Minera de Peñarroya-Belmez-Espiel se constituye como uno de los más importantes polos industriales de Andalucía y el mayor de la provincia de Córdoba, contando con un gran movimiento industrial que incluye: Fundición de Plomo, Central Térmica, Taller de Desplatación, Hornos de Coque, y Productos Químicos, entre otros. En 1.914 se produce un vertiginoso crecimiento poblacional en “Pueblonuevo del Terrible” y Peñarroya, llegando a alcanzar entre ambas poblaciones los 24.000 habitantes, convirtiéndose en laGuerra Civil de 1.936 en primera línea de frente dada la importancia del núcleo minero e industrial en el que se han convertido, por lo que sufren numerosos bombardeos artilleros y aéreos durante toda la contienda. La fuerte represión que provoca la pos guerra va a favorecer la inmigración de nuevos grupos en busca de trabajo en la minería y la industria, haciendo que Peñarroya-Pueblonuevo sobrepase la cifra de 30.000 habitantes en los años 40; datos del Instituto Nacional de Estadística cifran ese mismo Censo en 27.728 habitantes, en 1.950. La actividad extractiva del carbón se dispara en los primeros años del Siglo XX, pasando de las 150.000 toneladas de carbón que se obtienen  en 1.899, a unas 400.000 toneladas anuales cuatro años después, lo que supone un auténtico récord de producción en aquellos tiempos para la Cuenca de Peñarroya-Belmez-Espiel. En el ranking de las primeras compañías carboneras activas, destacan por la importancia de sus inversiones y de sus labores mineras: “Fusión Carbonífera y Metalífera” de Belmez y Espiel y la “Compañía de Los Santos”, explotadora de la emblemática “Mina Terrible”, que debía su nombre a la sierra donde estaba localizada y que no explotaba precisamente carbón. En el decenio comprendido entre 1.870 y 1.880,teniendo mucho que ver con los ferrocarriles proyectados o ya en construcción, surgen poderosas empresas con intereses mineros en la Cuenca como es el caso de la “Sociedad Hullera y Metalúrgica de Belmez”, “La Bética, Manchega y Vizcaína”, la “Compañía de Ferrocarriles M.Z.A. (Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante)” y “Larios, Heredia y Loring”, que junto a la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces controlan el 80% de la producción minera en la Cuenca del Guadiato quedando el 20% restante en manos de otras compañías más pequeñas, como la “Bedel Friéres”, “La Mixta” o “La Anglicana”, así como de varios particulares. Tras la aplicación del "Plan de Estabilización" de finales de los años 50 comienza el repliegue de la empresa francesa de Peñarroya, marcado por una fuerte emigración durante la siguiente década y el cierre de todas las instalaciones industriales, dando lugar a la creación del I.N.I. (Instituto Nacional de Industria) que a su vez crean ENECO, o Empresa Nacional Eléctrica de Córdoba, que gestionará la Central Térmica de Puente-Nuevo y la Empresa Minera Carbonífera del Sur (ENCASUR), encargada de extraer el carbón que se va a quemar en la Central. Hay una serie de Compañías que ya pasarán a la historia de nuestra tierra como aquellas que iniciaron y desarrollaron la minería del carbón en la Cuenca del Guadiato, desde su inicio a mediados del Siglo XIX hasta la fecha de aparición de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya en 1.881, todas ellas en Minas de Interior y que por su mayor productividad podemos destacar los siguientes pozos mineros: En el área de Peñarroya, Minas “Terrible” y “Antolín” (que principalmente extraían Hulla); en el área de Fuente Obejuna, Minas “Cervantes”, “San José”, “La Calera” y “El Porvenir” (paraje), cuya actividad principal era la extracción de Antracita; en el área de Belmez, Mina “Aurora” y los parajes “La Juliana” y “Albardado” (que también extraían carbón de Hulla); y en el área de Espiel, las Cortas de “San Antonio” y de “La Ballesta” (igualmente extraían Hulla).

 

Atrás quedan ya para la historia estos y otros muchos recuerdos, como el de aquel 18 de Febrero de 1.999 donde 75 mineros de Encasur se ponían en las carreteras de España para recorrer durante 20 días los 500 kilómetros que separaban Peñarroya-Pueblonuevo de la capital, de Madrid; era la llamada “Marcha Negra del Carbón” que iba a reivindicar el futuro de esta Cuenca Minera, futuro que el 31 de Diciembre de 2.012 vamos a comprobar que no era real porque una vez más a lo largo de los muchas luchas que ha realizado esta noble tierra minera, nos volvieron a engañar con mentiras políticas. Se cierra definitivamente el telón y la obra que comenzó hace más de siglo y medio llega a su fin: “Marzo de 1.915, Mina de Cabeza de Vaca (Belmez), una explosión de grisú mata a 17 mineros e hiere de gravedad a otros 11”; “Agosto de 1.967, Pozo San José (Fuente Obejuna), el hundimiento de la rampa uno provoca la muerte de 1 minero”; “Noviembre de 1.982, Pozo Espiel, una explosión de grisú mata a 1 minero y deja heridos a otros 12”; “Noviembre de 2.000, Pozo María (Peñarroya-Pueblonuevo), muere un minero arrollado por la locomotora que conducía”… Por ellos y por muchos hombres más que dejaron sus vidas en las entrañas de la tierra, por aquellos que tiñeron de sangre el color negro del carbón, tendremos que recordar siempre que Peñarroya-Pueblonuevo y el Valle del Guadiato fueron, son y serán eternamente mineros: “SANTA BÁRBARA BENDITA, PATRONA DE LOS MINEROS, TRAILARALARÁ TRAILARÁ…TRAIGO LA CAMISA ROTA, DE SANGRE DE UN COMPAÑERO…EL ALMA TENGO PARTÍA, NO SERÁ EL ÚLTIMO DUELO…MIRÁ MAURIXINA, MIRÁ, COMO VENGO YO…”.  

En busca del paisaje que habita la mina
La guía 'Minas de Sierra Morena' propone una ruta por los enclaves y vestigios de esta industria en el sur de España.
El debate sobre la reapertura de la mina de Aznalcóllar supone un ejercicio de memoria para los habitantes de aquellas poblaciones, sobre todo de las provincias de Sevilla y Huelva, que se dedicaron en un pasado aún cercano en el tiempo a una industria que modificó para siempre el paisaje, sus costumbres y su relación con el entorno. Ese entorno prácticamente desconocido para la mayor parte de la sociedad se puede interpretar hoy también en clave cultural, desde el legado del patrimonio industrial que ha sumado numerosas investigaciones en los últimos años. Una de ellas es la que propone la guía Minas de Sierra Morena, un manual -disponible en versión digital- impulsado por el Laboratorio de Patrimonio Industrial Eiffel y cofinanciado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. 

De oeste a este, Sierra Morena es pirítica, carbonífera, del hierro, plomo, oro, plata y mercurio; y sus perfiles son tan variados como su vegetación y sus costumbres populares. Todas estas singularidades propiciaron la fundación, a mediados del siglo XIX, de importantes empresas de capital extranjero para la extraordinaria carrera minera de Sierra Morena, los laboreos tradicionales se sustituyeron por nuevos métodos de explotación para extraer grandes volúmenes de mineral y la demanda de mano de obra aumentó. Rápidamente se vio que el transporte habitual era insuficiente y fue el tiempo, entonces, en que nuevos poblados vinieron a solucionar la demanda de alojamiento de los trabajadores y sus familias y se instauró la edad de oro del ferrocarril. 

Así lo explica la autora del proyecto, Marta Santofimia, arquitecta onubense formada en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), que ha concebido esta guía como un instrumento "para reconocer las características del paisaje: los procesos de extracción, la preparación; el transporte del mineral; la estructura urbana de un poblado minero y ferroviario; el desarrollo de la metalurgia de la Sierra Morena..." 

En concreto, Santofimia, junto a un grupo de técnicos de distintas disciplinas como la antropología, la arquitectura o la fotografía, ha estudiado las minas de Tharsis y las de Riotinto en Huelva, las minas de Reunión y Cerro del Hierro en Sevilla, la mina de Jayona y el nodo ferroviario de Zafra (Badajoz), Peñarroya-Pueblo Nuevo en Córdoba y las minas de Almadén, Puertollano y el martinete de Pozuelo de Calatrava en Ciudad Real. De todo este inmenso campo de trabajo, la arquitecta subraya como grandes hallazgos "el descubrimiento del ferrocarril Tharsis-Río Odiel, en Huelva, un trazado de gran interés, no sólo por su protagonismo en el fenómeno de la minería en Andalucía, sino por sus posibilidades de ser reconvertido en ferrocarril turístico y vía verde". Además, la autora invita a promocionar "el pasadizo secreto que une el pozo nº 5 con el nº 7, en Villanueva del Río y Minas", que ha podido descubrir gracias al trabajo de campo, "un trayecto de más de un kilómetro y medio subterráneo que bien podría ser, no sin inversión, un gran atractivo turístico". La guía, de hecho, "va dirigida a un público curioso, inquieto" que desee conocer por sus propios medios el estrecho vínculo de Sierra Morena con esta industria, "no sólo de los núcleos mineros, sino la relación de ellos con las capitales, los puertos de Andalucía, con otras grandes ciudades y con Portugal". Sirve, al fin, para "demostrar la dimensión internacional del fenómeno de la industrialización minera en Andalucía", que hoy parece tocar de nuevo a la puerta.
Foto: En busca del paisaje que habita la mina La guía 'Minas de Sierra Morena' propone una ruta por los enclaves y vestigios de esta industria en el sur de España. El debate sobre la reapertura de la mina de Aznalcóllar supone un ejercicio de memoria para los habitantes de aquellas poblaciones, sobre todo de las provincias de Sevilla y Huelva, que se dedicaron en un pasado aún cercano en el tiempo a una industria que modificó para siempre el paisaje, sus costumbres y su relación con el entorno. Ese entorno prácticamente desconocido para la mayor parte de la sociedad se puede interpretar hoy también en clave cultural, desde el legado del patrimonio industrial que ha sumado numerosas investigaciones en los últimos años. Una de ellas es la que propone la guía Minas de Sierra Morena, un manual -disponible en versión digital- impulsado por el Laboratorio de Patrimonio Industrial Eiffel y cofinanciado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. De oeste a este, Sierra Morena es pirítica, carbonífera, del hierro, plomo, oro, plata y mercurio; y sus perfiles son tan variados como su vegetación y sus costumbres populares. Todas estas singularidades propiciaron la fundación, a mediados del siglo XIX, de importantes empresas de capital extranjero para la extraordinaria carrera minera de Sierra Morena, los laboreos tradicionales se sustituyeron por nuevos métodos de explotación para extraer grandes volúmenes de mineral y la demanda de mano de obra aumentó. Rápidamente se vio que el transporte habitual era insuficiente y fue el tiempo, entonces, en que nuevos poblados vinieron a solucionar la demanda de alojamiento de los trabajadores y sus familias y se instauró la edad de oro del ferrocarril. Así lo explica la autora del proyecto, Marta Santofimia, arquitecta onubense formada en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), que ha concebido esta guía como un instrumento "para reconocer las características del paisaje: los procesos de extracción, la preparación; el transporte del mineral; la estructura urbana de un poblado minero y ferroviario; el desarrollo de la metalurgia de la Sierra Morena..." En concreto, Santofimia, junto a un grupo de técnicos de distintas disciplinas como la antropología, la arquitectura o la fotografía, ha estudiado las minas de Tharsis y las de Riotinto en Huelva, las minas de Reunión y Cerro del Hierro en Sevilla, la mina de Jayona y el nodo ferroviario de Zafra (Badajoz), Peñarroya-Pueblo Nuevo en Córdoba y las minas de Almadén, Puertollano y el martinete de Pozuelo de Calatrava en Ciudad Real. De todo este inmenso campo de trabajo, la arquitecta subraya como grandes hallazgos "el descubrimiento del ferrocarril Tharsis-Río Odiel, en Huelva, un trazado de gran interés, no sólo por su protagonismo en el fenómeno de la minería en Andalucía, sino por sus posibilidades de ser reconvertido en ferrocarril turístico y vía verde". Además, la autora invita a promocionar "el pasadizo secreto que une el pozo nº 5 con el nº 7, en Villanueva del Río y Minas", que ha podido descubrir gracias al trabajo de campo, "un trayecto de más de un kilómetro y medio subterráneo que bien podría ser, no sin inversión, un gran atractivo turístico". La guía, de hecho, "va dirigida a un público curioso, inquieto" que desee conocer por sus propios medios el estrecho vínculo de Sierra Morena con esta industria, "no sólo de los núcleos mineros, sino la relación de ellos con las capitales, los puertos de Andalucía, con otras grandes ciudades y con Portugal". Sirve, al fin, para "demostrar la dimensión internacional del fenómeno de la industrialización minera en Andalucía", que hoy parece tocar de nuevo a la puerta.

EL RECORTE DE LOS FONDOS MINER GENERA INCERTIDUMBRE EN LOS MUNICIPIOS DE LA CUENCA

 
 

La minería se despide del Guadiato después de siglo y medio de actividad

Encasur-Endesa cesa oficialmente su actividad en Peñarroya el próximo día 31 de diciembre. Los últimos 22 trabajadores que quedaban han sido prejubilados hace unas semanas

 

prejubilación de los últimos 22 mineros que quedaban en el Valle del Guadiato cierra un ciclo de una actividad económica que ha durado algo más de siglo y medio y que en su momento hizo que la comarca se situara muy por delante de las del resto de la provincia, tanto económica como cultural o socialmente.

Oficialmente será el día 31 de diciembre cuando la empresa Encasur-Endesa, que gestionaba hasta su cierre las minas del Guadiato, abandone la zona para continuar con su actividad en Puertollano. Ya en los últimos años, la progresiva disminución de la actividad ocasionó que la comarca, igual que otras vinculadas a la minería del carbón, dependieran en gran medida de los fondos Miner, creados concretamente para revitalizar económicamente las antiguas zonas mineras. El recorte de estos fondos ha generado desazón entre los municipios del Guadiato y, en concreto, la protesta que todavía mantiene la Corporación en pleno de Belmez.

Entre las infraestucturas que han quedado paralizadas figuran varios proyectos de un polígono industrial de Peñarroya, además del agroindustrial de Belmez, origen del conflicto. También se han visto frustrados otros en Fuente Obejuna, Villanueva del Rey o Espiel.

Antonio Risco, responsable del sector de la minería en Córdoba de FIA-UGT, declaraba que el futuro de la comarca del Guadiato sin la minería será muy duro, y más aún teniendo en cuenta los recortes a las ayudas para infraestructuras y proyectos empresariales del Plan Miner. "Veo muy difícil que alguna empresa se implante en la zona si carecemos de ayudas para los proyectos empresariales, ya que anteriormente incluso disponiendo de estas subvenciones nos costaba mucho atraer a las empresas". Como solución a la situación actual plantea la necesidad de obtener apoyo del Ayuntamiento de Peñarroya para solicitar al Gobierno central que recapacite y se siente con los sindicatos, la patronal, y la comisión de seguimiento para firmar un nuevo plan que contenga acuerdos y subvenciones no sólo para esta zona, sino para todas las comarcas afectadas por la reconversión de la Minería. En su opinión, es la única manera de crear puestos de trabajo para que los jóvenes puedan permanecer en la zona, y de que la comarca no quede con una población compuesta por prejubilados y jubilados.

Uno de los trabajadores que se prejubilan es Iluminado Blasco Urbano, quien, al dejar de trabajar con una buena edad, se muestra satisfecho, pero, por otro lado, le entristece la idea de que su pueblo se quede vacío. Sospecha que su hija no podrá trabajar aquí y tendrá que desplazarse para buscar empleo, al igual que ocurrirá con la mayoría de los jóvenes. Cuando empezó había mucho trabajo, tanto directo como indirecto. Había 1.300 trabajadores en la empresa, frente a los 6 actuales.

Imagen de las instalaciones de la empresa Encasur en Peñarroya-Pueblonuevo. -

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