ARQUEOLOGÍA INDUSTRIAL EN PEÑARROYA -
PUEBLONUEVO. VESTIGIOS DE UN TIEMPO PASADO Historia de la minería en el Sur de Andalucia |
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Publicado el 20 de Octubre de 2009, Martes
Abordar un tema como los vestigios del pasado industrial de Peñarroya - Pueblonuevo en el reducido espacio de un artículo es una labor compleja. Sobre todo si tenemos en cuenta
que la identidad de toda la cuenca del Guadiato, y especialmente de esta población, surge de la profundidad de sus entrañas, en este caso de sus subsuelos, concretándose de una
historia efímera pero de una rara intensidad. |
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LA MASONERÍA DE BELMEZ A MÁLAGA EN EL
SIGLO XIX
El diecinueve fue el siglo cuyo pensamiento exaltó al
individuo; después de la Guerra de la Independencia,
Fernando VII reprime a los liberales, hasta
que en 1837 progresistas y moderados se
constituyen (participando los moderados
Peña Aguayo, Antonio Ros y
el liberal José de Salamanca
–Marqués de Salamanca-, diputados
por Málaga). Posteriormente,
el militar conservador
Narváez (etapa 1844-1851)
gobierna de forma inflexible,
aunque se razona con los
liberales. Mientras, por otra
parte, aparece el romanticismo;
en la industria se experimenta,
la arquitectura se articula
con hierro y la clase obrera tiene
preocupaciones sociales. Todavía en
1857 persiste la intolerancia con los masones.
En 1862 Isabel II visita la industria malagueña
de Larios, la ferrería de Heredia y el ferrocarril Málaga-
Córdoba de Loring, que tenía ya 30 km construidos.
En Andalucía había muchas esperanzas puestas en la
cuenca carbonífera de Belmez.
Los masones se reúnen en la Exposición de París de
1867: allá estaban el ingeniero Sagasta y el
general Prim, lo que parece influir en
nuestra revolución de 1868, que derrocó
a Isabel II. Tras la batalla de
Alcolea se establece la república
con el general Serrano y aparece
el derecho de asociación, promovido
por Sagasta, lo que
supone el desarrollo de la
masonería.
Pronto vendrá la Restauración,
en la que Jorge Loring
tuvo un papel decisivo, y la
constitución de 1876 de la mano
del liberal conservador Cánovas
del Castillo. El liberal progresista
Sagasta amplía las libertades y el dejar
hacer; regularmente se invierte la polaridad
política, es un acercamiento y todo empieza
De Re Metallica, 5, 2005 pp. 101-108
© Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero
ISSN: 1577-9033
CAUSALIDAD EN MINAS Y MASONERÍA DE BELMEZ A MÁLAGA EN EL SIGLO XIX.
RECONOCIMIENTO A LEOPOLDO ALCÁNTARA Y JORGE LORING
Antonio Daza Sánchez
Escuela Politécnica de Belmez. Covadonga, 26. 14240 Belmez (Córdoba)
me1dazaa@uco.es
RESUMEN
Se aborda la vida del ingeniero Jorge Loring, dueño de minas en Belmez, tanto de plomo-plata como de hierro
y carbón. Asimismo, participó en la construcción del ferrocarril de Córdoba a Málaga. Loring colaboró con Juan
Alcántara (1839-19000), jefe de Minas de Belmez. En la historia de ambos se entrecruzan la industria, la minería y
la masonería.
PALABRAS CLAVE: Historia de la minería, masonería, Belmez, Córdoba.
ABSTRACT
The paper deals with the life of the engineer Jorge Loring, owner of mines in Belmez (lead, iron and coal). He
took part also in the construction of the railroad Córdoba-Málaga. Loring collaborated with Juan Alcántara (1839-
1900), Director of Mines in Belmez. In the history of both there interbreed mining, industry and freemasonry.
KEY WORDS: Mining history, freemasonry, Belmez, Córdoba province.
De Re Metallica 5 diciembre 2005 2ª época
a cambiar. Prim es asesinado y existe orden de extirpar
el socialismo, el incipiente socialismo aparece con desamor,
Pablo Iglesias nos visita, Cánovas es también asesinado,
luego la masonería se enfría y con el pesimismo
de las colonias acaba el diecinueve. Todo se destruye y
nada se crea en un país sin pulso. Francisco Silvela
–yerno de Loring- preside el gobierno que intenta la
regeneración. Comienza el s.XX con un rey quinceañero
en un movimiento de revolución y de represión; todavía
estamos en la reconciliación.
La fraternidad masónica la defendían sus miembros
mediante un juramento, exaltando la moralidad, buscando
el antiautoritarismo y el espíritu racional, también
la caridad, la crítica y la modestia. Dios es único y
el gran arquitecto del universo, espectador que no vuelve
a actuar hasta el final de los tiempos. Sus miembros
poseían pluralismo social y aunque eran neutrales, se les
imputó connivencia con los independentistas de Filipinas
y Cuba. Sin embargo argumentaron: El sentimiento
de la patria no se discute; y nosotros, ante todo, somos
españoles. El ambiente de la Iglesia era contrario y hostil,
pero también el Partido Socialista consideraba que
eran enemigos de los trabajadores y rendían culto al
capital. Los masones eran generosos y se preocupaban
por la sanidad, la educación, siempre en beneficio de la
población, no actuaban contra la conciencia y tenían
gran acervo cultural, pero para cualquier revolucionario
todo lo hacen mal y nada sirve.
La semilla masónica arraiga en Belmez, las tenidas de
los masones belmezanos de la logia “Luz de la Sierra”
tienen lugar en el templo de columnas desde el 21 de
marzo de 1885, posiblemente en lo que es el actual edificio
de El Gimnasio, se agradece la gestión en las
columnas de Miguel González Aragón (presidente de la
Sob. Cap. Sinaí de Ciudad Real), de Antonio Roose y de
setenta asistentes. En Belmez existían treinta miembros,
algunos pertenecían antes de 1883 a la logia
“Estrella Flamígera” de Córdoba.
Juan Alcántara Márquez fue Venerable Maestro en la
masonería (sublime con el grado 30 y en 1886 el grado
31), en 1885 fundó en Belmez la logia “Luz de la Sierra”
(que llegó a tener sesenta miembros), el Primer Vigilante
era Hilario J. Solano que en 1887 pasó a ser su Venerable
Maestro (grado 33 en 1890). El republicano Solano
expresaba que lo bueno se siente y se adivina, Dios está
unido a la esperanza del hombre, y mantenía buenas
relaciones con la Iglesia.
En 1890 se produce una escisión y se crea el Gran
Oriente Nacional de España (del conservador Ros) al que
se unen “Luz de la Sierra”, “Fraternidad Montoreña” y
“Espíritu Práctico”, de Córdoba, que se oponen al Gran
Oriente de España.
La logia “Luz” de Málaga estaba relacionada con la
“Luz de la Sierra” y de un triángulo dependiente de
dicha ciudad se crea en Puente Genil la logia “Antorcha
Pontana”; donde posiblemente colaboró el masón Leopoldo
Alcántara Palacios en1891, que debió participar
en la construcción del ferrocarril Puente Genil-Cabra,
de Loring (triangulo Loring-Heredia-Larios). Con el siglo
XIX desaparece la logia “Luz de la Sierra”. Tan sólo algunos
de sus miembros iniciaron la masonería en Pueblonuevo
del Terrible a principios del siglo XX , entre ellos
el médico Vicente Hernández Suca (con Grado 18).
Leopoldo Alcántara Palacios tuvo por nombre simbólico
“Lesseps”, por su admiración al ingeniero francés
Ferdinand Lesseps que proyectó y construyó el Canal de
Suez inaugurado en 1869 por la emperatriz de Eugenia
de Montijo, llevó su nombre simbólico una decena de
años antes de morir éste en 1894, en la quiebra y con
sentencia de cárcel por idear y realizar su obra del
Canal del Istmo de Panamá hasta 1889, que por fin sería
inaugurado en 1914. A una mina de plomo que tenía una
capa de carbón, en el término de Fuente Obejuna, se le
llamó Istmo de Suez.
JORGE LORING OYARZÁBAL Y JUAN ALCÁNTARA
MÁRQUEZ: CAUSALIDAD EN MINAS
El masón Manuel Agustín Heredia Martínez (1786-
1846) nació en la Sierra de Cameros (La Rioja), vivió en
Málaga en el cortijo Jurado y fue cuñado de José de
Salamanca Mayol. Con su trabajo y comercio consiguió
unos altos hornos (siderurgia que empleaba a dos mil
quinientas personas), dieciocho buques mercantes y la
fundición de plomo de Adra. Poseía una compañía de
comercio con América y la industria de tejidos malagueña,
ambas junto a Martín Larios Herreros (masón y también
de Cameros) que vivió en el cortijo Colmenares.
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Figura 1. Juan Alcántara Márquez.
Heredia dejaría a su muerte un capital de sesenta millones
de reales.
Su hija, Amalia Heredia Livermore (1830-1902, de
madre inglesa), se casó en 1850 con el ingeniero de
caminos (U. de Harvard) Jorge Enrique Loring Oyarzábal
(1822-1900, tercero de los siete hijos de George/Jorge
Loring James, de Massachussets y Mª del Rosario Oyarzábal
—poseían en 1844 unos catorce millones de reales—
), tuvieron 9 hijos: Jorge, Amalia –casó con Francisco
Silvela Vielleuse-, Manuel, Isabel, Tomás, Mª Rosario
–casó con José Figueroa Torres- Eduardo, Mª Concepción
y Mª Dolores. En 1856 la casa LORING-HEREDIA-LARIOS fundan
el Banco de Málaga —cuarenta millones de reales de
capital— (con sus cuñados Tomás, Manuel y Ricardo
Heredia y con Martín, Juan, Carlos y Ricardo Larios, además
de tres hermanos Loring). Ese año nombran a Loring
Marques de Casa Loring y los barcos de vapor cruza ya
el Atlántico. Loring construía el ferrocarril de Córdoba a
Málaga, de Campillos a Granada y en la construcción de
Belmez a Córdoba tiene una participación decisiva: es la
compañía de “Ferrocarriles Andaluces” (FFAA) que se
contaba entre sus propiedades. Vivió en Madrid de 1873
a 1890, fue diputado liberal y masón, fundó el periódico
El Correo de Andalucía y contaba con enemigos políticos
(su hijo Manuel murió asesinado por tres disparos
del periodista García Peláez en 1891).
Jorge Loring significó en Belmez, Montoro, Córdoba,
Ciudad Real, Madrid y Málaga, la admiración de las relaciones
masónicas. Poseía en Málaga desde 1860 un palacio
en el jardín paisajista de “La Concepción” que solía
visitar Cánovas y en alguna ocasión la emperatriz Isabel
de Austria. Amalia, apasionada por la botánica, se valió
de su naviera para recoger plantas de los confines del
mundo. En 1911 esta finca de veraneo la adquirió Rafael
Echevarría Azcarate (de “Hierros de Vizcaya”), en
subasta por 125.000 pesetas.
Quizás Loring fuese a Belmez, además de a causa del
carbón, para evitar la competencia del hierro, de unos
altos hornos en esta villa, en principio previstos (1846)
continuadamente por las empresas “Unión Ferro-Carbón”
de la que era directivo el liberal José de Salamanca,
casado con Petronila Livermore y tío de Loring) y por
la “Fusión Carbonífera y Metalífera de Belmez y
Espiel”(1) el principal socio fundador era Manuel Gil
(parece ser de la familia inglesa Giles), que participaba
al 30% con José Burgos, director de la fundición de
plomo de Heredia-Loring en Adra. No olvidemos que
Loring poseía los altos hornos de Málaga y la fábrica de
Marbella en competencia con los de Vizcaya, que producían
discontínuamente durante las guerras carlistas
hasta 1876. En 1880 poseía Loring, en Málaga, la factoría
“La Constancia”, la deficitaria industria de tejidos y
la fundición de plomo junto al francés José Huelin. En
1890 regresaba a Málaga y en la legislatura de 1891-1893
es nombrado Senador vitalicio.
Por otra parte, el puerto de Heredia en Málaga y su
naviera fueron beneficiados por la apertura del Canal de
Suez en la ruta a las islas españolas de Filipinas y Hawai.
Desde 1839 el ingeniero Lesseps, masón y no conservador,
era amigo de Heredia y desempeñó el cargo de cónsul
en Málaga en 1839 y en Barcelona en 1842, donde
actuo al lado de Prim; posteriormente fue embajador en
Madrid (1848).
Quizás cuando el malagueño Antonio Cánovas del
Castillo propició con Práxedes Sagasta el turno de partidos
en el gobierno de España, un nexo común fuese la
casa Loring-Heredia-Larios, ya que Manuel Agustín Heredia
y Martín Larios eran naturales de Cameros-La Rioja,
donde también nació Sagasta en 1825. Heredia y Larios
emigraron en su juventud a Málaga, donde hacieron fortuna
con el comercio, los altos hornos y la naviera.
Existe también otro nexo que une fraternalmente al
matrimonio de Jorge Loring y Amalia Heredia con Sagasta:
La Masonería (éste, como presidente del gobierno
decretaba la libertad de asociación en España, después
de la reunión masónica en la Exposición de París de
1867). Sagasta era el Gran Maestre del Gran Oriente de
España en 1875.
Por su parte, el conservador Antonio Cánovas del Castillo
dirigió la Real Academia de la Historia y era asíduo
invitado en la casa de La Concepción de Jorge Loring y
Amalia Heredia. Un cuñado de este, Manuel Rodríguez
de Berlanga, casado con Elisa Loring, que era miembro
de dicha corporación, descubrió la lex flavia malacitana
y se encargó del Museo Loringiano.
En 1866 Loring iniciaba la mina Esperanza al norte de
la Sierra Palacios de Belmez, y desde 1869 poseía, en
alquiler la después desaparecida Fusión Carbonífera y
Metalífera de Belmez y Espiel, los grupos de minas de
hulla de Belmez: Santa Elisa (mina en la que en 1868 el
grisú había matado a veintinueve personas y que tras el
subsiguiente incendio, no pudo renovar laboreo hasta
1876), San Antonio, Trajano y Cabeza de Vaca; además
de un centenar de minas de plomo-plata y de hierro,
tanto en Belmez como en otras zonas de la provincia de
Córdoba (doce en Montoro, diecisiete en Hornachuelos,
veinte en Fuente Obejuna, cinco en Villanueva de Córdoba
y cinco en Villanueva del Duque). Loring honraba
al gobernante dando el nombre de Cánovas a un nuevo
pozo de hulla en la concesión Trajano y establecía oficinas
en la “Casa Grande” de Belmez (había sido utilizada
por el Conde de Torres Cabrera). En 1871 extraía 75.000
T de hulla y fabricaba briquetas, alquitrán (destilado de
hulla) y cok (hulla sin volátiles) en Cabeza de Vaca, para
la provisión de hulla a su ferrería “La Constancia”; el
abastecimiento de cok para combustible, también contribuiría
a evitar que prosperase la idea de los altos hornos
de Belmez y aprovechar el plomo y el hierro de la
cuenca (la tonelada de hierro valía igual que la de
hulla).
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De Re Metallica 5 diciembre 2005 2ª época
En 1877 compraba las minas a la “Fusión Carbonífera
y Metalífera de Belmez y Espiel” por medio millón de
pesetas, más otros 1=2 millones hipotecados a favor del
Conde de Torres Cabrera. Esta deuda y otras en Málaga,
así como una explosión en la mina Cabeza de Vaca en
1881, conducen a Loring en 1882 a propiciar la venta de
sus minas de Belmez (Santa Isabel, Cabeza de Vaca,
Santa Elisa y otras) por tres millones de pesetas, a
“Ferrocarriles Andaluces”, sociedad constituida por su
iniciativa en el año 1877. En 1886, a pesar de que las
minas de Belmez están a plena producción (100.000 T
anuales), la deuda contraida en esta adquisición obliga
a que se refundan “Ferrocarriles Andaluces” con Weis,
Joaquín de la Gándara Navarro y financiando Rothschild
con 3=5 millones de pesetas, aunque sin entrar en el
Consejo de la compañía, cantidad que en su mayor
parte debe recibir Loring, que a su vez salda la deuda
con el Conde de Torres Cabrera. En el nuevo consejo de
administración de “Ferrocarriles Andaluces”(2) están los
moderados Emilio Cánovas del Castillo, Francisco Silvela
y Juan Varela.
Más tarde se construía el ferrocarril conocido como
“La Maquinilla”, por “Ferrocarriles Andaluces” de 10 km
de longitud, desde Santa Elisa (El Terrible) a Belmez y
Cabeza de Vaca; su ingeniero topógrafo era José Alcántara
Palacios.
Las minas y obras de Loring en la provincia de Córdoba
pasaban reglamentariamente por el Jefe de Minas de
la cuenca de Belmez, Juan Alcántara Márquez (1839-
1900) y entre ellos parece que existía gran entendimiento
y reciprocidad. Juan Alcántara probablemente le
puso por nombre Jorge a uno de sus hijos en fraternal
admiración de Loring, quien posiblemente le ayudó en
las minas de Navalespino; Loring había contratado de
ingeniero topógrafo a José hijo de aquel y de contratista
de ferrocarriles a otro, Leopoldo. Loring debió colaborar
en el estudio de la estructura del edificio del
actual El Gimnasio de Belmez, hacia 1870, propiedad
entonces de Juan Alcántara, con ocho esbeltas columnas
férricas de su fundición de Málaga, que continúan
con otras en el piso alto y soportan las cargas verticales,
construcción que supone un sistema articulado de arquitectura
industrial flexible de la segunda mitad del siglo
XIX.
Ricardo Martel Fernández de Córdoba (Conde de
Torres Cabrera), masón, jefe del partido conservador,
nombrado alcalde de Córdoba en 1856, tenía la confianza
del malagueño Cánovas del Castillo y por ello alojó en
su casa de Córdoba a Alfonso XII en 1877. Desde 1858
posee en Belmez las fincas de Cámaras Altas y Los Mestos,
y fue socio mayoritario –12 millones de reales- de la
“Fusión Carbonífera y Metalífera de Belmez y Espiel”,
que laboreaba con huecos y pilares. En 1852 iniciaba
Santa Elisa y Cabeza de Vaca, producía 1.000 T de cok y
4.000 de hulla; en 1854, 18.000 T y en 1860 ganaba con
el cok medio millón de reales. Esta empresa desaparecía
en 1868 y pasaba a propiedad de Loring. En 1886
Torres Cabrera era presidente de la Real Sociedad Económica
de Amigos del País y de la Cámara Agraria, y posteriormente
apoyó a Francisco Silvela en su carrera política.
Juan Alcántara Márquez (1839-1900) era liberal, pero
no se enfrentaba al movimiento obrero (que podía ser la
causa de otro), en 1871 fue teniente de alcalde de Belmez.
Fue también prospector, descubriendo la mina “La
Mejor de Todas”, en Puertollano, que consta como de
Loring. En 1873 se abrió el ferrocarril Belmez-Córdoba,
que finalizó Loring; la inauguración de las obras de este
ferrocarril tuvo lugar en 1857 con una fiesta que se hizo
en El Bujadillo-Coto de Heredia, describiéndose el lugar
en un acta notarial. El sello de la logia “Luz de la Sierra”
es el paisaje de Belmez visto desde este paraje al
atardecer. Construyó un edificio en la calle Pedroche,
esquina con calle Nava, y después otro edificio en la
Plaza del Santo, esquina con calle Covadonga (en 1892).
Casó con Ana Palacios García y tuvieron siete hijos:
José, Araceli, Leopoldo, Jorge, Aurora, Eulalia y Amparo,
esta se casó con Cecilio Utrilla Ruiz (contratista de
minas y socio en Navalespino).
Se debe resaltar la causalidad del enfrentamiento inicial
de las dos grandes empresas de la cuenca de Belmez,
“Ferrocarriles Andaluces” dirigida en 1883 por
Félix Brard Compagnon y la “Sociedad Hullera y Metalúrgica
de Belmez” de Rothschild, (creada en 1869 y que en
1881 fundaba su filial SMMP). En Belmez estaba el fin de
la línea férrea a Málaga, y de allí partía desde 1868 la
línea Belmez-Almorchón, de la cía Madrid-Zaragoza-Alicante
–MZA- (también con participación de Rothschild),
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Figura 2. Jorge Loring y su hijo Manuel (ambos de pie), Amalia Heredia con F. Silvela y M. Rodríguez
(en el centro).
que consumía 50.000 T/año de Loring
hasta 1881, al vender éste a “Ferrocarriles
Andaluces” sus minas. Así MZA
impide a “Ferrocarriles Andaluces” la
salida de carbones de Belmez a Madrid
y Lisboa (desde 1887 el mercado de
Madrid dejaba de adquirir 20.000 T de
Belmez; no obstante, en 1890 no se pueden
atender todos los pedidos de hulla y MZA
compra carbón inglés hasta 1894). Esto desencadena
que “Ferrocarriles Andaluces” se
refundan y venda a MZA en 1893 la mina
Santa Isabel-Padre Murillo.
Volviendo a la cuestión masónica, decir que el abandono
de la obediencia de la logia belmezana al Gran
Oriente y su unión al conservador Gran Oriente Nacional
puede interpretarse por lo dicho anteriormente, pero
también por el cambio de Venerable Maestro, cuando
Hilario J. Solano reemplaza a Juan Alcántara Márquez.
Ya lo dice la frase bíblica: Ano nadar contra corriente”,
y Los Alcántara desde 1886 siguen a Sagasta y a la prometedora
Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya
(SMMP). El republicano Solano y la masonería belmezana
siguen a los moderados en el Gran Oriente Nacional
de España, y por tanto al Conde de Torres Cabrera y a la
nueva estructura de “Ferrocarriles Andaluces”, que
beneficia a la población de Belmez. Ferrocarriles Andaluces
construye el ferrocarril La Maquinilla al entrar en
confrontación con la SMMP y la MZA, ambas gobernadas
por liberales. Esta discordia provoca en el año 1894 la
segregación de Pueblonuevo del Terrible, auspiciada por
la SMMP. También por entonces desaparece la masonería
en Belmez. En 1900 Ferrocarriles Andaluces, que
extraen 250.000 T/año, vende sus minas de Belmez a la
SMMP por 12 millones de pesetas.
LEOPOLDO ALCÁNTARA PALACIOS
No existe duda de que Leopoldo Alcántara Palacios
(1867-1962) ha sido el mayor empresario que ha dado
Belmez en minería y obras, y es preciso rescatar del
olvido su memoria.
En sus documentos refiere que siempre tuvo por
norma no causar daño a nadie y que tenía trazada una
línea en defensa de su tranquilidad antes que de su
dinero. Tampoco se ha borrado la pujanza que supuso
para Belmez su trabajo emprendedor, y, sobre todo, su
proyecto de 1923 de Escuela de Facultativos de Minas de
Belmez, que consiguió en 1924 gracias al fundado respaldo
del ingeniero de minas del distrito de Córdoba D.
Antonio Carbonell.
D. Leopoldo iba por el camino recto, fue afectuoso,
previsor, voluntarioso, ordenado, justo, bondadoso,
confiado, cumplía con sus compromisos, participaba de
la seriedad de los negocios y tenía una
suave palabra. Nunca se metió en libros
de caballerías: consideraba que en
minas se imagina mucho y se miente
más. “Uno debe pechar con sus dificultades”,
decía, mientras su honradez y
caballerosidad le hacían emprender sus
proyectos con un sentido de la moralidad
preocupado del futuro de sus empleados.
Sentía gran admiración por lo excepcional y
consideraba que el Estado a veces dificultaba
el desarrollo de España en la 1ª y 2ª década
del siglo XX.
Hasta 1926, año en que falleció su hermano José, la
empresa Alcántara Palacios la llevaban los hermanos
José, Leopoldo y Jorge.En las minas, Leopoldo siempre
vio la necesidad de llevar un paralelismo entre los trabajos
de disfrute, preparación e investigación. En sus
empresas empleó a eminentes ingenieros:
u Enrique DUPUY DE LOME (de 1910 a 1920). Contratado
como director del Grupo de Navalespino (plomoplata).
Amigo de Antonio Carbonell, juntos prepararon
el Congreso Internacional de Geología de1926.
Una calle de París lleva el nombre de este ingeniero
francés.
u Angel IZNARDI-VASCONI (1917-1918). Contratado como
ingeniero de concesiones de Torrecampo (bismutohierro)
“Fernandín” y otras. Antes examinó, en 1900,
las concesiones de Belmez: Pala, Muchachas, Gitano
y Herrero. Fue ingeniero jefe del distrito minero de
Sevilla y padre de Emilio Iznardi.
u Emilio IZNARDI-VASCONI ALZATE. Fue contratado para realizar
una memoria del grupo de minas de Santa Rosario
(“Hullera Belmezana”), en el año 1923, e informó
de ellas hasta 1930. Anteriormente, en 1918, ya era
Ingeniero del Distrito de Córdoba y fue destinado a
Almería, donde era Director de la Escuela de Capataces
Facultativos de Vera, que tenía sólo otro profesor.
Escuela que se traslada a Belmez en 1924, siendo su
primer director, este centro lo había conseguido,
como antes se indicó, Leopoldo Alcántara con el
apoyo fundado del otro profesor Antonio Carbonell.
Fue Ingeniero Jefe del Distrito de Córdoba desde
1926 hasta 1934 y en 1940.
u Manuel ÁLVAREZ GONZÁLEZ. Es contratado para realizar
una memoria de su grupo de minas Benilde, Samaniego
y Otras (“Hullera del Guadiato”) en 1927. Era
Ingeniero Jefe del Distrito Minero de Madrid. Así
mismo, fue amigo de Antonio Carbonell.
u Antonino BOURBON. Es contratado para realizar una
memoria de la zona de la Fuente Blanca (“Hullera
Belmezana”) en 1932, para lo que se apoyó en la
anterior memoria de E. Iznardi. Había sido anteriormente
subdirector de la Sociedad Minera y Metalúrgica
de Peñarroya. Era ingeniero de la ECP de París.
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Figura 3. Leopoldo Alcántara
Palacios.
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u A. FONVILLE. Es contratado en 1933 para realizar una
memoria de las minas de los grupos Hullera Belmezana
y Hullera del Guadiato. Era ingeniero ECP de París.
u Mr. Federico MAYBÖLL. Contratado desde 1935 hasta
1945 (salvo durante la Guerra Civil) para los informes
mensuales del grupo de minas “Bismuto Alcántara
Palacios” de los Pedroches. Este ingeniero de minas
inglés ejerció como tal también en Huelva y en Jaén
(minas del Centenillo –SMMP- en La Carolina).
Leopoldo Alcántara argumenta en 1922 que necesita
dinero, ofreciendo su pala de vapor a la SMMP y “Hullera
del Guadiato” a “Ferrocarriles Andaluces”, que no las
aceptan, sin embargo, no quiere vender las liras, los
francos y las libras que posee. Ya que para el trabajo en
Puertollano había adquirido, por 100.000 Pta, una excavadora
alemana de vapor Menck-Hambrock G20, de 2 m3
y 10 T de potencia de torno. Por entonces construye por
una cantidad similar tres puentes en las minas del Centenillo
la Carolina y además está construyendo el canal
de la Parrilla y el ferrocarril de El Porvenir.
Poseía ciento cuarenta y cuatro acciones de la SMMP
al precio de 1.500 PTA/unidad, que vendió en 1924 para
adquirirlas nuevamente en 1925 al precio de 1.290
PTA/unidad, con lo que en parte recupera las pérdidas
de la devaluación del franco, divisa de la que poseía una
gran cantidad.
Fue nombrado comisionado de policía minera en 1925
por la reciente Cámara Oficial Minera de Córdoba, organismo
para el que su hijo Francisco fue así mismo comisionado
de Aranceles y Tributación.
Leopoldo Alcántara se casó el Día de los Inocentes del
año 1890 con Julia Sampelayo, quien le diera siete hijos:
Juan (1891, 2=14 m de altura, Ingeniero de Caminos de
la SMMP, que casa con Carmen Lizaso Sampelayo), Leopoldo
(1893, Ingeniero de la SMMP, que casa con Purificación
Castiñeyra), Francisco (1895, Agente Comercial,
soltero), José (1897, Juez, Notario y Alcalde de Belmez,
que casa con Dolores Alcántara Gómez, hija de José
Alcántara Palacios), Irene (1900, que casa con Rafael
Vidaurreta, Director del Conservatorio de Musica de Córdoba),
Julia (1902, que casa con Nicolás Saint-Gerons
Berasaluce, Médico de Belmez y Córdoba) y Vicente
(Médico, soltero).
Justo antes de la Guerra Civil los tres focos universitarios
cordobeses (además de la Real Academia), eran
Veterinaria, Magisterio y la Ingeniería de Minas de Belmez,
cuyos representantes más significativos fueron,
respectivamente, Rafael Castejón Martínez de Arizala,
Antonio Gil Muñiz y Antonio Carbonell Trillo-Figueroa.
Leopoldo Alcántara estaba suscrito desde 1920 a
varias revistas técnicas como la Revista Minera, Metalúrgica
y de Ingeniería, la Revista de Ingeniería y Construcción
y otras; también a la Revista Cordobesa Patria
Chica. Fue amigo de los directores de Hulleras Turón, de
Ferrocarriles Andaluces, de Ferrocarriles de Madrid-
Zaragoza-Alicante, de la Sociedad Minera y Metalúrgica
de Peñarroya, de la Cooper Cerro Muriano-Córdoba y de
Carbonell y Cía.
Desde 1910 gobiernan los liberales en España, primero
José Canalejas Méndez y luego Álvaro Figueroa
Torres, Conde de Romanones (y hermano de José Figueroa
Torres, yerno de Loring); ambos presidentes pertenecían
al consejo de administración de la SMMP. También
desde entonces comienza el PSOE a tener concejales
en Córdoba. En 1923 se instaura la Dictadura reaccionaria
y liberal del general Primo de Rivera, hasta su
dimisión en 1930. Dentro de este periodo fue alcalde de
Belmez José Alcántara Sampelayo, y de Córdoba José
Cruz Conde.
José Alcántara Sampelayo (1897-1970) participaba
del liberalismo económico; de espíritu atento y abierto
a las emociones sociales, estudia Derecho y Filosofía. Es
movilizado para la guerra de África en 1921. Fue Juez y
Notario, y durante cuatro años de excedencia, en el
período de Primo de Rivera, fue alcalde de Belmez entre
1926 y 1930 (después de Antonio Hidalgo), realizó numerosas
obras públicas, la Avenida del Parque y el Grupo
Escolar; participando de la regeneración política y el fin
caciquil. Posteriormente fue presidente de la Audiencia
de Córdoba, presidente de la Audiencia Territorial de
Canarias y miembro de la Real Academia de Córdoba.
Belmez le dio su nombre a una calle antes de la Guerra
Civil, y actualmente también al Instituto.
Leopoldo poseía dos fincas en Belmez, la Dehesa de
la Cañada (en el ejido, cerca de Posadilla), de 500 fanegas,
y Valfrío (en Los Buhedillos o Bujadillo –Coto de
Heredia-), de 50 fanegas. La primera, ganadera, fue originalmente
adquirida durante la desamortización de tierras
de 1861 por los hermanos Pedro y Luis Vera y pasó
a ser propiedad de Juan Alcántara. La segunda, a consecuencia
de la misma desamortización, fue adquirida por
el Sr. Lozano Sánchez (hijo de Gabriel Lozano Vera y
familiar de Pedro Vera y Juan Alcántara) en 160.000 reales;
esta finca se dividió en varias partes entre parientes
y una de ellas es Valfrío, que acabó perteneciendo a
Leopoldo Alcantara.
En la pequeña finca de Valfrío pretendió plantar viña;
hizo el desbroce en 1919 pero no llegó a plantarla. En su
lugar, construyó una casa de recreo con piscina, “Valfrío”
(con muchas ventanas, terraza con barandilla y
mirador en piso alto, al estilo de Cortijo Jurado y Cortijo
Colmenares de Málaga) que le costó 50.000 PTA. Contaba
también con jardines de eucaliptos, estanques y
depósitos de agua que llena del río Guadiato con una
bomba centrífuga Deutz-Zmemg de 62 m de altura
manométrica, que le costó 1.500 PTA (tubería metálica
ligera de 10 cm que adquiere a Aurrerá de Bilbao a 11,50
PTA/m); en la construcción de la casa utilizará veintidós
vigas de pino tea de 12 m H 0=4 m que compra a la compañía
minera Copper de Cerro Muriano.
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En 1921 Leopoldo vende mobiliario del Café-Teatro
Alcántara (calle Córdoba, 11) a la Sociedad “El Gimnasio”
por 650 PTA a pagar en doce meses (quizás corresponda
al bastidor de bar que hizo en 1918 y otras piezas).
Parece ser que desde 1919 en el edificio del Café-
Teatro Alcántara se instala en alquiler la sociedad El
Gimnasio (desde 1901 son 60 socios accionistas que tenían
su sede en c/ Pedroche, 6). Es significativo el solape,
en el tiempo, que ocurre con el fin de la masonería belmezana
y el inicio de El Gimnasio, con igual número de
socios que miembros tenía antes la logia Luz de la Sierra
(Valle de Belmez).
La empresa propiedad de Leopoldo Alcántara participó,
entre otras, en las siguientes obras:
u Traída de aguas a Belmez de La Garganta-El Obatón
(FFAA 1885 y SMMP 1905).
u Ferrocarril Puente Genil-Jaén, para Loring. 1891.
u Ferrocarril de vía estrecha Peñarroya-Conquista, para
SMMP. 1907.
u Ferrocarril de vía estrecha Conquista-Puertollano,
para SMMP. 1920-27.
u Plaza de toros de Belmez. 1914.
u Ferrocarril de El Porvenir, parra SMMP. 1920.
u Canal de La Parrilla, para SMMP. 1920.
u Descubierto de La Perseverancia, en Puertollano.
1922.
u Trinchera de Calatrava, en Puertollano. 1922.
u Mina San Francisco y lavadero de Puertollano. 1922.
u Tres puentes en las minas del Centenillo de La Carolina.
1925.
u Carretera de Belmez a Espiel. 1925.
u Carretera de Belmez a Doña Rama y El Hoyo. 1925.
u Canal del Guadalmellato de Córdoba. 1928.
u Carretera de Villanueva del Rey a N-432. 1930.
La actividad minera de Leopoldo es diversa: de hulla
posee desde el 1900 las empresas “Hullera de Belmez”
(concesión Sta. Rosario –curiosamente el nombre de la
madre y una hija de Loring-) y “Hullera del Guadiato”
(concesiones Benilde y Samaniego), de plomo-plata posee
el grupo Navalespino en Fuente Obejuna (de un millón
de pesetas de capital en 1910), y de bismuto la empresa
“Bismuto Alcántara Palacios S.A.”, que funcionaría hasta
la Guerra Civil y era la mayor productora europea: tenía
minas en Conquista (Carmen), Torrecampo (Jaime, Fernandín,
Purita y Carmela), en Villanueva de Córdoba (Irenita
y Miguelito) y en Pozoblanco (Lolita, Platero, San Agustín,
La Venganza y Los Remedios), ubicándose en Córdoba su
fundición de bismuto. Según el informe que Leopoldo encarga
al ingeniero inglés Mr. J.C. Shepherd, sus producciones
de bismuto en 1907 alcanzaron 78 T, que subieron a
145 T en 1925, bajando a 96 T en 1927, hasta que en 1933
sólo se produjeron 25 T; en 1934 intentó vender estas minas
por 2,5 millones Pta.
Con la guerra todo se pierde, de modo que en los
años cuarenta se crean “Bismuto Torrecampo” y “Alcántara
Hermanos” únicas empresas de bismuto de España,
para poner en explotación nuevamente las minas que se
abren en Torrecampo y Pozoblanco. Estas empresas son
llevadas respectivamente por Francisco y José Alcántara
Sampelayo, quienes están explotando las minas hasta
el año 1955; luego, hasta 1965, ya con escaso valor, se
arriendan a una empresa minera y acaban devaluadas.
Las minas de hulla de Sta. Rosario (Fuente Blanca),
por su parte, se preparan aprovechando las vigas de la
destruida casa de Valfrío, se reabren al laboreo después
de la Guerra Civil a pleno rendimiento para vender carbón
a MZA hasta 1947 (en 1942 se inundó el pozo y
murieron seis personas), año en que se construye un
nuevo pozo de 132 m y se prepara para su explotación,
que apenas se inició. En 1951 marca el plan estratégico
de sus minas de hulla, ofrecerlas al I.N.I (antes que los
simpáticos franceses se las ofrecieran). Al último pozo
que había construido en la Fuente Blanca le iba a denominar
“Mola” pero finalmente lo nombra “Mallada” (por
Lucas Mallada) aún pretendía construir una central termoeléctrica
en la Vega de Cabeza de Vaca, en los mismos
terrenos que el año 1919 compró la SMMP a Petra
Muñoz Dorado para lo que iban a ser otros altos hornos
en Belmez. En 1954 Leopoldo Alcántara Palacios cede
todas las concesiones y derechos mineros a sus hijos y
en 1957 se subastan estas minas de Santa Rosario, que
las siguen conservando la familia Alcántara.
Hasta aquí el reconocimiento a los hombres de luz
que no perdieron el tiempo viviendo y que a los hombres
les dieron el alma que más les queda por vivir.
REFERENCIAS
Se han consultado unos mil documentos entre libros inéditos,
carpetas diversas de empresa y planos mineros de FFAA del
*Seminario Antonio Carbonell+ de la E.U.P. de Belmez; la mayor
parte son originales donados por las familias de A. Carbonell y
L. Alcántara. El Simposio sobre Patrimonio Geológico y Minero
CIV Sesión Científica de la SEDPGYMC organizado por el Seminario
A. Carbonell en 1999. Varios textos de masonería como La
masonería en Córdoba, de Francisco Moreno y Juan Ortiz, 1985.
También se ha consultado el libro La Concepción, Testigo del
Tiempo de Arguval con texto de Francisco García Gómez, del
Jardín Botánico Histórico de la Concepción del Ayuntamiento
de Málaga y su catálogo del Museo Loringiano. Últimamente en
la revista G2mil (2004) a R.M. Padilla.
El autor agradece a Rafael Hernando Fernández, a José
Antonio Torquemada Daza, a Julio Alcántara Alcántara y a
Manuel Rodríguez Moyano sus sugerencias. También a las instituciones
Patronato Botánico Municipal de Málaga, al Museo Histórico
de Belmez y del Territorio Minero, al Seminario Antonio
Carbonell y a la Asociación El-Merjd del Patrimonio Geológico y
Minero.
Francisco Carlos de Garza en 1789 escribió El carbón mineral
(Instituto Geológico y Minero de España) donde aparece una miDe
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na de carbón que debió ser el pozo nº 1 de Belmez; también realizó,
en 1788, el primer plano de la cuenca con tres afloramientos.
Por Ramón Pellico y Enrique Rosales sabemos que el disfrute
de la hulla de la cuenca de Belmez se inicia en 1790 con destino
a Almadén; en un primer socavón (simultáneamente con otro en
la Hontanilla) situado a 1.300 varas al este de Belmez, aprovecha
una capa de 3 m, y está comunicado con el primer pozo (nº 1) que
se construyó; en 1799 se abandona sin que se conozca con certeza
la causa. Éste es de mampostería, ovalado, y se encontraba
obstruido cuando Manuel Rodríguez Cabeza de Vaca lo denuncia
como Santiago en 1842. La “Fusión Carbonífera y Metalífera de
Belmez” considera a este único pozo elíptico como el n11. Por
otra parte, cuando el perro Terrible, protegido del inglés Francis
Giles, escarbó en el suelo descubriendo la capa Terrible, de 19 varas
de potencia, el acontecimiento llegó a la Corte. Desde 1842
aparecen las particiones mineras, el titular del registro “El Terrible”
es la familia inglesa Giles, hecho que debió de ocurrir entre
1837 y 1842, ya que el ingeniero provincial Ramón Pellico no
mencionó ni perro ni capa. El litigio de “El Terrible” finaliza con
el decreto de Isabel II que permite a los extranjeros poseer bienes
en 1854.
La venta de hulla de FFAA se hacía a las fundiciones de Linares,
Córdoba y Málaga, a la Cía. del Horcajo, a sus ferrocarriles y a las
fábricas de gas de C. Real y Córdoba. El cok de Belmez, que valía
30 PTA/T, iba a Málaga, puerto por el que no entraba cok importado
(en otros puertos solían entrar 25.000 T/año de cok). En
cambio, la hulla de Newcastle, a 50 PTA/T, que importaba Málaga
suponía 50.000 T/año (similar al de otros puertos), por lo que
se deduce que a Málaga llegaba de Belmez mucho cok y poca
hulla que valía prácticamente igual en Málaga.5
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